‘Mi Nombre era Eileen’: Siniestra, pero entretenida

Ciudad de México.– El director inglés William Oldroyd es considerado por muchos como el realizador que puso a la actriz Florence Pugh en el mapa. En Lady Macbeth (2016), la actriz tomó por sorpresa al mundo como una esposa abnegada del Siglo 19 que se enamora de su empleado y decide liberarse. La película también puso a Oldroyd en el centro de atención, aunque tardó siete años en levantar su siguiente proyecto. Esta vez, con una actriz consagrada de la talla de Anne Hathaway.

Eileen (interpretada por Thomasin McKenzie) vive con su padre alcohólico (Shea Whigham) y tiene un puesto administrativo en una prisión de Massachusetts durante los años 60. Un buen día llega una nueva psicóloga, Rebecca (Anne Hathaway), con quien Eileen se obsesiona a primera vista. La relación que desarrollan, y el caso particular de un enigmático prisionero (Sam Nivola), las lleva por un camino peligroso.

Mi Nombre era Eileen funciona como una especie de literatura pulp llevada al cine, con estilo de sobra, un particular sentido del humor, y un aire siniestro que, si bien emana de los traumas de varios de los personajes, también se manifiesta en la figura de Rebecca. Rubia, carismática y muy misteriosa, Rebecca es el prototipo de mujer que habría vuelto a Hitchcock loco. Vamos, hasta el nombre lo refleja.

Hathaway se divierte de lo lindo en el papel, y hace una intrigante mancuerna con una McKenzie tímida, sumisa y con un acento bastante extraño, interpretando a un personaje claramente trastornado, pero asomando cierta vulnerabilidad que nos hace simpatizar con ella.

La película, claro está, no pondrá las cosas fáciles, y conforme avanza se va volviendo más retorcida, culminando en un tercer acto del que mientras menos se sepa mejor. Eso sí, más de uno tendrá que recoger su mandíbula del suelo, no solo por el impacto, sino por el nivel de las actuaciones que vemos ahí.

Estrenada en el Festival de Sundance del año pasado, Mi Nombre era Eileen no es una película que se quede grabada en la mente o que quizás se busque revisitar, pero mientras uno la está viendo, es sumamente entretenida. Y con eso es más que suficiente.

MI NOMBRE ERA EILEEN

Tres estrellas

Dirige: William Oldroyd

Actúan: Thomasin McKenzie, Anne Hathaway y Shea Whigham

Duración: 97 min